Una mujer embarazada de Texas y su hijo por nacer murieron trágicamente después de que una “amiga” de la víctima la asesinara con la intención de sacar al bebé del útero, logrando huir a través de las fronteras estatales.
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La agresora sacó al bebé del vientre por la fuerza y luego la dejó morir a causa de las heridas, llevando al recién nacido a un hospital en Oklahoma a unos casi 80 kilómetros de distancia; sin embargo, el pequeño también murió.
La sospechosa ha sido identificada como Taylor Parker de 27 años y fue arrestada en el vecino estado de Oklahoma, después de intentar pasar al bebé como suyo sólo unas horas después del crimen, dijeron las autoridades.
La presunta asesina fue a un hospital en la ciudad de Idabel y le dijo al personal que acababa de dar a luz al costado de la carretera, dijo el martes la Oficina de Investigaciones del Estado de Oklahoma en un comunicado de prensa.
Una investigación reveló que también le había dicho a un policía estatal durante una parada de tráfico que acababa de tener al bebé y que el niño no respiraba, lo que llevó al oficial a llamar a una ambulancia.
La policía dio a conocer a los medios de comunicación locales que un médico determinó que la víctima, que estaba embarazada de ocho meses, no había dado a luz antes de su muerte.
La relación exacta de las mujeres tampoco está clara, pero la familia Simmons-Hancock dijo que la fallecida consideraba a la sospechosa como una amiga.
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Parker ha sido acusada de dos cargos de asesinato y otro por secuestro; hasta el momento se encuentra detenida en una cárcel de Oklahoma a la espera de su extradición a Texas.