Se ha mencionado que podrían existir algunos cambios en el proyecto del “Tren Maya”, así lo dio a conocer el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) después de que detectara cierto riesgo de afectaciones a los sitios arqueológicos de la zona.
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Los pobladores de Campeche han sido informados por el personal del INAH, que se están llevando a cabo las labores de campo en los 172 kilómetros que son parte del tramo 3, el que va desde Calkiní, en Campeche, hasta Izamal, en Yucatán.
Se está laborando con nuevas tecnologías que sean capaces de generar estudios, y que puedan garantizar la protección arqueológica de la región.
El comunicado emitido por el Fonatur comenta que, en caso de que, los más de mil 500 sitios arqueológicos ubicados en el tramo 3 sean susceptibles de afectación, se propondrá un cambio en el trazo de la vía.
En coordinación con la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), el Fondo Nacional de Fomento al Turismo, busca el objetivo de mitigar el impacto ambiental que representará la construcción del Tren Maya.
Se está buscando preservar el patrimonio cultural de la zona; María Luisa Albores está a cargo de la dependencia que lleva a cabo las estrategias como son; entre estas se encuentra la restauración de flora y fauna, instalación de pasos de vida silvestre y talleres de educación ambiental.
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La principal labor que pretende hacer el Tren Maya, es el poder comunicar a los estados de Campeche, Chiapas, Quintana Roo, Tabasco y Yucatán en un trazo de 554 kilómetros con un total de 18 estaciones.