La lluvia saca a flote décadas de abandono en el drenaje de CDMX

Llovió como nunca en CDMX, nos inundamos como siempre. Calles, hospitales y el Metro colapsaron. Tres décadas de abandono no se esconden bajo el agua.

Por: Alejandro Villalvazo

¡Vaya, qué aguantadores somos! Porque una cosa es que llueva fuerte y otra cosa es que ninguna infraestructura resista. Río Churubusco volvió a ser un río como hace 60 años. Igual que Río de la Piedad, el famosísimo viaducto.

En su cruce, los coches flotaron porque el drenaje colapsó. Los automovilistas, aguantadores. En el Metro, metro y medio pero de agua de lluvia y de coladeras, que se metió a vías y andenes.

Los usuarios, aguantadores. En hospitales del IMSS, están con el agua al suero. Pacientes e impacientes, aguantadores. La batalla la perdimos los ciudadanos en la calzada Ignacio Zaragoza, cada mayo, junio y julio. Es la misma historia, mi general. Esa historia que se repite en casas y negocios donde cada año es la misma. La sala, el comedor y el colchón quedan sepultados por esas aguas negras.

Aguantadores. Hay que saber algo. Todo esto es producto del abandono, de las décadas que no le han invertido al drenaje, de 30 años.

27 para ser exactos, que en la izquierda dejó de ser oposición para ser gobierno. Cárdenas, Rosario, Encinas, López Obrador, Ebrard, Mancera, Sheinbaum, Batres, Brugada. Todos ellos han desfilado por el gobierno de la Ciudad de México desde 1997 y desde entonces empezaron a jugar con esta narrativa de “las inundaciones de dos metros no son inundaciones, son encharcamientos”.

Y una vez más... Llovió como nunca, pero nos inundamos como siempre.

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