El verano es esa época del año en la que solemos asociar las altas temperaturas con diversión, vacaciones y días interminables en la playa. Pero, ¿te has preguntado alguna vez si es posible contraer un resfriado en plena temporada de calor? La respuesta es sí, y tiene un nombre peculiar: gripe solar. Ahora bien, ¿qué es exactamente, cuáles son sus síntomas y cómo se puede curar esta extraña afección? A continuación te compartimos todo lo que debes saber.
¿Qué es la gripe solar?
La gripe solar, también conocida como gripe de verano, es una afección provocada por una variedad de virus, con los enterovirus liderando el escueto de culpables. Estos, que pueden ser más de 200, tienen un gran potencial para causar molestias en nuestros organismos, sobre todo durante los meses cálidos del año.
¡Cuidado con las enfermedades del estómago causadas por el calor!
Según los Institutos Nacionales de Salud (NIH), los enterovirus infectan una variedad de tejidos, incluyendo la nariz, la garganta, los ojos y el sistema digestivo, entre otros más. Aunque algunos enterovirus pueden ser conocidos por causar enfermedades más graves, como la polio, las vacunas han logrado disminuir su incidencia en los países occidentales.
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¿Cómo saber si tengo gripa de sol?
Los síntomas de la gripe solar pueden variar, pero hay una serie de señales comunes que podrían indicar que has contraído esta molesta afección veraniega. Entre ellos se incluyen: fiebre repentina, temperatura corporal entre 101° y 104° Fahrenheit, dolor de garganta, cabeza, musculares y problemas gastrointestinales como náuseas o vómitos.
¿Cómo se cura la gripe solar?
A diferencia de los resfriados comunes, para los cuales existen diversos medicamentos antivirales, la gripe solar no tiene una cura específica. Sin embargo, existen medidas que pueden ayudar a aliviar los síntomas y hacer que te sientas mejor mientras tu cuerpo combate la infección:
- Descanso adecuado: El descanso es fundamental para permitir que tu cuerpo se recupere. Trata de dormir lo suficiente y evita el exceso de actividad física.
- Hidratación: Beber líquidos como agua, jugos naturales o caldos, puede ayudar a prevenir la deshidratación y aliviar los síntomas.
- Medicamentos para el alivio de síntomas: Si tienes fiebre o dolor de cabeza, puedes tomar medicinas como el acetaminofén.
- Alivio del dolor de garganta: Hacer gárgaras con agua tibia y sal, usar aerosoles para la garganta o pastillas para el dolor de garganta pueden ayudar a aliviar la irritación y el malestar.
- Descongestionantes nasales: Si experimentas congestión nasal, puedes usar un descongestionante o un aerosol salino para ayudar a despejar las vías respiratorias.
Es importante recordar que, aunque estos consejos pueden ayudar a aliviar los síntomas, es fundamental consultar con un profesional de la salud si experimentas malestar persistente o síntomas graves.
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