De acuerdo con el Instituto Nacional de Salud Mental de los Estados Unidos, la depresión perinatal es un trastorno del estado de ánimo que puede afectar a las mujeres durante el embarazo y después del parto. La palabra “perinatal” se relaciona con el tiempo antes y después del nacimiento de un bebé y comprende el periodo que sucede durante los 9 meses de embarazo (depresión prenatal) y la que se presenta después del nacimiento del bebé (depresión posparto).
Lo Que Callamos Las Mujeres | Capítulo | Lucía: No paro de llorar
Tiene como sintomatología: ánimo depresivo, pérdida del placer, alteraciones del sueño y de la alimentación, ansiedad extrema, sentimientos de culpa, labilidad emocional, ideación suicida y una enorme preocupación por la o el bebé.
¿Cómo funciona?
Se considera que un predictor de la depresión postparto es la depresión en el embarazo. Se estima que la depresión en la gestación incrementa el estrés habitual del embarazo que acompaña los cambios biológicos y psicológicos que trae consigo el nacimiento de un bebé. Además, esta situación aumenta la probabilidad de que quien la gesta descuide su salud y no acuda a revisiones prenatales, lo cual puede afectar el desarrollo del feto. La situación psicológica de la persona gestante durante el embarazo y el puerperio varía dependiendo cómo los perciben y representan, sobre todo, las mujeres, debido a los estereotipos y prejuicios que se espera de ellas. De igual modo, a este hecho se agregan la historia personal, la cultura, la educación y los modelos establecidos en su entorno respecto a los ideales maternos y su representación de la paternidad y la maternidad.
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¿Cuáles son sus causas?
Estudios sugieren que la principal causa de este trastorno es una combinación de factores genéticos y ambientales, entre ellos el estrés cotidiano, demanda física y emocional de tener y cuidar a un nuevo bebé, los cambios hormonales que ocurren en el periodo perinatal, además de incrementarse el riesgo si se tienen antecedentes personales o familiares de depresión o trastorno bipolar o si se ha tenido la enfermedad en un embarazo previo.
¿Cómo se previene?
En su prevención, es de gran utilidad reconocer aquellos factores ambientales que pueden detonar un escenario de depresión perinatal y considerar las siguientes medidas:
- Establecer apoyo psicosocial
- Mantener principios generales de cuidado, entre ellos, la comunicación sensible clara y empática con la mujer, la persona gestante y sus familiares acompañado de apoyo social.
- Psicoeducación para evitar la sobremedicación.
- Terapia cognitivo conductual, si es posible.
- Actividad física, ejercicios de relajación y solución de problemas.
- Reactivar la red de apoyo.
- Bienestar psicológico y físico.
