La primavera en California es un espectáculo natural que nunca decepciona. Los días se alargan, las temperaturas se vuelven más suaves y los paisajes florecen en una explosión de colores. Pero hay un lugar especial donde este fenómeno alcanza su máxima expresión, convirtiéndose en un destino imperdible para los amantes de la belleza natural.
A partir de marzo y hasta mediados de mayo, un rincón costero del Estado Dorado se transforma en un mar de flores que parece sacado de un cuento. Colinas enteras se cubren con un tapiz de tonos intensos y crean un contraste fascinante con el azul del océano cercano.
Es un espectáculo efímero, pero inolvidable, que atrae a fotógrafos, aventureros y viajeros en busca de un paisaje de ensueño. ¿El destino? Carlsbad, un lugar donde la primavera brilla con una intensidad única.
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¿Cómo es este rincón de California?
Carlsbad es una joyita escondida en la costa californiana, justo entre San Diego y Los Ángeles. Conocida como “La Villa junto al Mar”, esta ciudad costera combina lo mejor de dos mundos: tiene la calma de un pueblito junto a la playa, pero con toda la energía de un destino turístico top.
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Sus calles están llenas de cafés con terrazas, boutiques curiosas y un aire relajado que te hace sentir en vacaciones apenas llegas. Además, cuenta con siete millas (11 km) de costa donde el océano Pacífico brilla con tonos de azul y dorado al atardecer.
Si viajas con niños (o simplemente te encanta la diversión), Legoland California es una parada obligatoria con atracciones temáticas y montañas rusas inspiradas en los famosos bloques de colores.
¿Algo curioso? Debe su nombre a un manantial descubierto en la década de 1880 cuya agua tenía las mismas propiedades que las de la famosa Karlsbad en Bohemia (hoy Karlovy Vary, en la República Checa).
¿Por qué hay que visitarlo de marzo a mitad de mayo?
Cada primavera, The Flower Fields transforman las colinas de Carlsbad en un mar de colores. Son 55 acres (22 hectáreas) cubiertos de ranúnculos gigantes tecolote, que alcanzan su esplendor máximo entre marzo y mayo. Es uno de los más impresionantes de todo el país.
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Además de admirar las flores, podrás recorrer el campo en tractor, perderte en laberintos florales y disfrutar de eventos como clases de arte y música en vivo. Todo con un aroma dulce en el aire que hace la experiencia aún más especial.
