El clima en Estados Unidos no está siendo el mejor en el último tiempo y esto repercute en varias áreas del país. Particularmente en Florida, una ciudad enfrenta una severa crisis con el agua potable debido a las complicaciones con relación a las lluvias y altas temperaturas, según informó el Departamento de Servicios Públicos en un comunicado.
La crítica situación de West Palm Beach se dio a conocer luego de que las autoridades anunciaran que actualmente están bombeando agua de pozos subterráneos para ayudar al suministro de agua y, de esa manera, puedan utilizarla sus habitantes. La oficina gubernamental explicó que este recurso está siendo escaso, en parte, por los “impactos de la falta de lluvias estacionales y temperaturas récord”. En tanto, dijeron que las principales fuentes de agua de la localidad, que son Grassy Waters Preserve y Clear Lake, “están experimentando niveles bajos de agua”.
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El Servicio Meteorológico Nacional (NWS, por sus siglas en inglés) detalló que las temperaturas en el sur del Estado del Sol alcanzaron un nivel récord durante mayo, lo que perjudicó de manera directa a la potencia del agua. Además, agregaron que esta ciudad registró su promedio más cálido del mes.
A raíz de esta situación, los funcionarios dijeron que, para complementar esta falta, West Palm Beach activó recientemente los campos de pozos, utilizando el acuífero superficial de Florida para agregar aproximadamente 10 millones de galones de agua por día. Asimismo, pidieron a la población que preserven el recurso. “Es importante su papel en la conservación del agua, particularmente durante el clima cálido y seco actual”, expresaron.
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¿Cómo es la situación actual de Florida con el agua?
Las autoridades llevaron tranquilidad a los residentes y confirmaron que “no se están quedando sin agua”. Sin embargo, tanto West Palm Beach, como Palm Beach y la ciudad de South Palm Beach, viven bajo restricciones en su uso. Por ejemplo, los lugareños tienen prohibido regar los jardines entre las 10 a.m. y las 4 p.m., y hay días específicos reservados para diferentes propiedades. “Al comprometernos colectivamente a reducir el riego, podemos impactar sustancialmente la conservación del agua y salvaguardarla”, dijeron los funcionarios.
En ese sentido, desde el Departamento de Servicios Públicos sostuvieron que cumplir con estas normas “no es solo una solicitud, sino una necesidad para el uso sostenible de los recursos hídricos”. Y agregaron: “Es crucial recordar que el cumplimiento de estas medidas es una responsabilidad compartida que contribuye significativamente a nuestros esfuerzos colectivos de conservación del agua”.
