El pueblo fantasma entre Texas y Nuevo México que supo ser una parada obligatoria de todos los viajeros

Una localidad ubicada en la Ruta 66 de Estados Unidos fue esencial para los turistas de Texas y Nuevo México por sus particulares servicios. ¿De cuál se trata?

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Un pueblo fantasma que está ubicado en la frontera de Texas y Nuevo México comenzó a ganar relevancia durante los últimos años como centro de atracción turística para los viajeros de la zona, dado que fue una importante parada por los particulares servicios que brindaba. ¿Cuál es y cómo está hoy el lugar?

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Se trata de Glenrio, que se encuentra en la emblemática Ruta 66 y fue furor en Estados Unidos durante las décadas 1940 y 1950, principalmente por su localización en medio del desierto. Este olvidado pueblo fue en su momento el único que ofrecía gasolineras, hoteles, restaurantes y salones de baile para los viajeros de la región en esa área deshabitada.

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Una de las particularidades que tuvo esta localidad fue que, en aquellos años, el Gobierno Federal la consideró como un pueblo de Texas. Ante esta decisión, los residentes de Nuevo México deberían buscar su correspondencia a través del jefe de estación, dado que la oficina de correo solo entregaba las cartas de un lado de la frontera.

Las gasolineras fueron las protagonistas de Glenrio. Al estar ubicado en medio de la carretera, la asistencia de gasolina, incluida el auxilio para enfriar los radiadores a los automovilistas, fue lo que convirtió al pueblo en una parada obligatoria. Sin embargo, los tiempos de auge finalizaron en 1975 cuando se inauguró la autopista Interestatal 40.

¿Cómo está hoy el pueblo fantasma?

En la actualidad, Glenrio continúa siendo visitada por ser el centro de la antigua Ruta 66. Tiene 17 edificios abandonados, donde la mayoría de ellos son distintivos por sus cimientos de hormigón, paredes de estuco y techos planos. De hecho, los turistas aún pueden disfrutar del Little Juarez Diner, el State Line Bar y el State Line Motel, en donde sus carteles varían la descripción dependiendo del lugar donde se ubiquen: “Motel, último en Texas”, para quienes llegan desde el este, y “Motel, primero en Texas” para quienes llegan desde el oeste.

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Este pueblo fue incluido en el Registro Nacional de Lugares Históricos en el 2007 y muchos turistas lo recuerdan como la localidad que los recibió y entretuvo mientras realizaban su camino hacia Chicago o California.