En un gesto de solidaridad y apoyo, la ciudad de San Antonio, Texas, tomó la audaz decisión de proporcionar asistencia financiera directa a sus ciudadanos, al entregar más de 5,000 dólares a cada residente. Esta iniciativa histórica tenía como objetivo mitigar los desafíos económicos enfrentados por la comunidad debido a diversos factores, incluyendo la pandemia y las dificultades financieras individuales.
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El programa de alivio económico generó un efecto dominó de optimismo y cambio dentro de la ciudad. Los beneficiarios utilizaron los fondos de manera diversa y significativa, desde cubrir necesidades básicas como alimentos y vivienda, hasta invertir en educación y emprendimiento. No obstante, hubo muchas críticas respecto a la decisión tomada por la ciudad texana.
San Antonio entrega dólares a sus ciudadanos
UpTogether lideró un programa piloto en San Antonio, otorgando 5,108 dólares a cada una de las 1,000 personas y familias participantes durante 25 meses. Se seleccionaron individuos con ingresos familiares por debajo del 150% del umbral federal de pobreza, 46,800 dólares para una familia de cuatro. El programa incluyó un pago inicial de 1,908 dólares en diciembre del 2020, seguido de ocho pagos trimestrales de 400 dólares entre abril del 2021 y enero del 2023.
En otro enfoque, el proyecto piloto de ingresos garantizados en Austin, iniciado en mayo del 2022, otorgó 1,000 dólares mensuales a 135 familias de bajos ingresos, utilizando recursos provenientes del presupuesto de la ciudad de Austin y donaciones filantrópicas. Este programa marcó un hito al convertir a Austin en la primera ciudad de Texas en lanzar una iniciativa de ingresos garantizados financiada por los contribuyentes.
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Según un informe del Urban Institute, un destacado grupo de expertos con sede en Washington, DC, más del 50% de los fondos recibidos por los participantes del programa se destinaron a gastos relacionados con la vivienda. Esto permitió a algunos beneficiarios adquirir su primera vivienda o afrontar más fácilmente los costos del alquiler.
Además, después de un año de participación en el programa, los beneficiarios reportaron una mejora significativa en la seguridad alimentaria. El número de personas que no podían permitirse una comida equilibrada disminuyó en un 17%, reflejando así el impacto positivo y tangible que tuvo el programa en la calidad de vida de los participantes.
Polémica sobre las donaciones que se entregaron en la ciudad de San Antonio
En términos más simples, el senador estatal de Texas, Paul Bettencourt, quien es republicano, criticó el programa del condado de Harris, argumentando que era inconstitucional y comparando los programas de ingresos con una entrega indiscriminada de dinero, como si fuera “palomitas de maíz”. Recientemente, los legisladores en Dakota del Sur introdujeron un proyecto de ley para prohibir todos los programas estatales y locales de ingresos, denominándolos como una “idea socialista” y un camino hacia la dependencia gubernamental. De manera similar, en Iowa se ha propuesto una medida con el mismo propósito.
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John Gillete, el representante del estado de Arizona, le dijo a Business Insider: "¿Es el dinero un nacimiento en este momento? ¿Nacemos y recibimos dinero del gobierno? Porque creo que los Padres Fundadores dirían que eso es muy contrario a nuestro sistema capitalista y alienta a la gente a trabajar”.
Según el informe de la encuesta UpTogether, el ingreso básico ha ayudado a los participantes en Texas y otros estados a satisfacer sus necesidades básicas, pero no siempre aborda los desafíos financieros a largo plazo. Para lograr un progreso duradero, también se requiere acceso a oportunidades educativas, empleo estable y atención médica, sostiene el análisis.
