Antes de que su imagen pública sufriera un duro golpe del que difícilmente se recuperará, Sean Combs -conocido también como P. Diddy, Diddy y Brother Love- se presentaba como un hombre devoto y capaz de dejar de lado cualquier resentimiento personal para apoyar a las mujeres que habían traído al mundo a sus siete hijos.
Eso era antes de que una decena de mujeres le acusaran de abusos y malos tratos y de que tuviera que enfrentarse a varias demandas. En aquella familia moderna y aparentemente idílica, su ex Kim Porter ejercía el papel no oficial de matriarca del clan Combs, que se mantenía en contacto con las madres de los otros hijos de su ex para coordinar a toda la familia de cara a las ocasiones especiales, y en aquella época el rapero presumía de lo afortunado que era por haber conocido y amado a unas "mujeres muy fuertes, inteligentes y guapas".
Cuando se hizo público el fallecimiento de Kim en noviembre de 2018, el músico publicó un sentido comunicado en Instagram donde confesaba que no sabía cómo podría seguir adelante sin su apoyo, pero le prometía que conseguiría hacerlo para cuidar de sus hijos. Sin embargo, el padre de la fallecida ha realizado unas nuevas declaraciones que apuntan hacia una realidad mucho más siniestra a raíz de la salida a la luz de unas imágenes donde se puede ver a Sean Combs golpeando y arrastrando por el suelo a su entonces pareja Cassie Ventura.
Aquellos hechos tuvieron lugar en 2016, en un hotel de Los Ángeles, y aunque Jake Porter nunca vio al rapero agredir a su hija Kim o comportándose de una forma violenta con ella, no puede evitar preguntarse lo que sucedía en la intimidad de su hogar.
"El vídeo me hizo sentir asqueado. No trataría así ni a mi peor enemigo. Es despreciable. No me lo podía creer. Estuve en Vietnam y no le haría eso a nadie", ha afirmado el padre de Kim en declaraciones a Rolling Stone. "No sabía que podía caer tan bajo; imagino que sorprendería a mucha gente. Yo no trataría así ni a un perro. Lo siento mucho por Cassie".
A título persona, Jake cuestiona esa devoción tan pura que Sean Combs sentía aparentemente hacía Kim incluso cuando ya no estaba juntos: "Ambos se querían. El amor de Kim era legítimo. El amor de Puffy... no sé a qué llama amor, ¿sabes lo que quiero decir? No creo que tenga ni idea de lo que es el amor", opina Jake.
La historia de amor de Sean Combs y Kim Porter tuvo bastantes altibajos. La primera vez que se separaron fue en 1999, y en aquella ocasión ella le llevó ante la justicia para conseguir que le pagara una pensión de manutención para su hijo mayor Christian. También estaban criando juntos a un niño llamado Quincy que ella tenía con una pareja anterior.
Pasaron cuatro años separados, y entre medias él mantuvo un mediático romance con Jennifer Lopez, pero en 2003 decidieron darse otra oportunidad fruto de la cual nacieron sus hijas gemelas, D'Lila Star y Jessie James. La ruptura definitiva se produjo en 2007, después de que Kim se enterara mientras estaba embarazada de que Diddy había concedido un hijo con otra mujer.
Kim estaba escribiendo un libro sobre el que no se conocen detalles antes de su muerte. Los rumores aseguran que se trataba de unas memorias en las que iba a acabar con la imagen idílica que rodeaba su matrimonio debido en gran parte a la buena relación que mantenían de cara al público. Las teorías de la conspiración aseguran que el manuscrito desapareció misteriosamente después de que el cuerpo sin vida de Kim fuera encontrado en su casa de Toluca Lake, California. La autopsia posterior determinó que la causa de la muerte había sido una neumonía lobar que sufrió tras experimentar "síntomas parecidos a la gripe" durante varios días.
