Alberto se aparece en la empresa sorpresivamente y va con Alina para pedirle que prepare una reunión para el día siguiente con toda su familia, incluyendo a Marcela, pues planea repartir su herencia. A pesar de que Alina le dice que no es buena idea, él se aferra y se lo exige. Por su parte, Alina va con Marcela para pedirle su ayuda ante esta decisión de Alberto.