Ciudad de México.- Hay combates que jamás son olvidados por algo en especial. Quizá la pelea más recordada de la historia por la dureza de la misma sea la que enfrentó a dos monstruos del boxeo: Muhammad Ali y Joe Frazier.
Era el desempate, el esperado desenlace de una de las más grandes trilogías de la historia del boxeo.
El combate se disputó en el Coliseum de Quezon City, una localidad a unos diez kilómetros a las afueras de Manila. Más de 28.000 espectadores abarrotaban el recinto. La batalla fue vista en directo por 650 millones de espectadores. Combate a quince asaltos por el Campeonato del Mundo del Peso Pesado.
Pero las condiciones en las que se disputa el combate eran inhumanas. El aire acondicionado no funcionaba. La humedad era sofocante. Y la temperatura estaba entre 35 a 43 grados centígrados. Ali y Frazier tuvieron que luchar a pesar de todo esto, algo que todavía dio mucho más valor a su proeza.
La victoria en aquel combate fue para Muhammad Ali. Al final los dos veteranos guerreros dieron esa noche un combate épico que ha pasado a la historia, dos gladiadores que se dejaron lo mejor de sí mismos en Manila. Ninguno de los dos volvió a ser el mismo después de este combate.
Con información de: @puelloasilva