La dura entrada que le propinó Ángel Romero a Exequiel Palacios, la semana pasada en el duelo eliminatorio entre Argentina y Paraguay, que significó una fractura de apófisis transversas de la columna lumbar sigue generando polémica.
De un lado están los que consideran que Romero levantó las rodillas para protegerse del choque, y del otro quienes consideran que el talentoso paraguayo fue con mala intención a lastimar al mediocampista argentino.
Ahora, la voz que se levantó surgió desde Alemania. Peter Bosz, entrenador de Exequiel en el Bayer Leverkusen, contó que se enteró de la lesión de su jugador cuando el médico del club lo llamó a las 7:30 de la mañana, situación que le extrañó y lo llevó a pensar que le reportarían el primer caso de Covid-19 en su plantel, pero que se sorprendió al escuchar la gravedad de la lesión de su futbolista.
En entrevista con la revista Kicker, el DT nacido en Países Bajos dio su parecer sobre la acción del guaraní que le costará, al menos, tres meses de inactividad al volante surgido de River Plate. “He jugado al futbol durante demasiado tiempo para darme cuenta de que no era una falta normal. Ambas rodillas están dobladas y no puede tomar el balón”, fueron las palabras en primer tiempo sobre la infracción.
Sobre la recuperación del futbolista, quien abandonó ayer el hospital, manifestó su preocupación por no saber exactamente cuando podrá volver a jugar al 100%, ya que considera que los tiempos de una fractura en la pierna, por ejemplo, están perfectamente establecidos, pero que con una lesión cómo está no tienen idea cuándo estará en perfectas condiciones.