El boxeo se divide en épocas

Hoy hay unos ídolos, pero mañana habrá otros; el boxeo cambia en cada momento, y nos regala nuevas figuras que conquistan nuestra atención.

Eduardo Lamazón
EL dictado: Análisis y Opinión

La reciente pelea entre Teófimo López y Vasyl Lomachenko tuvo una enorme audiencia en la mayoría de los países donde se transmitió, en México también. Se superaron todas las expectativas.

Son buenas noticias, pero además el hecho confirma cómo funciona el espectáculo boxístico y su relación con la gente. Por épocas. El boxeo se da por épocas: la época de Muhammad Ali, la época de Julio César Chávez, la época de Tyson, la época de Manny Pacquiao.

En el futbol es distinto. No son épocas, es la camiseta. Usted le entrega su amor a una camiseta desde niño y acompaña esos colores toda su vida, hasta que la muerte los separa.

En el boxeo el amor no es para siempre, porque usted sigue o celebra a un ídolo, pero ese ídolo tarde o temprano se extingue porque se hace viejo o porque pierde y deja para siempre el lugar que tenía en el vértice de la pirámide.

El nuevo héroe puede aparecer al otro día o tardar cinco años. Cuando la madurez deportiva se hace presente en figuras en activo, nos asalta cierta angustia, pero siempre viene el reemplazo. Vamos dejando de vivir en el tiempo de algunas figuras, y llegamos al de figuras nuevas.

Hubo ídolos, los hay y los habrá para toda la eternidad, incluso cuando ya no estemos para verlos.

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