LONDRES.- Los malos resultados que acumula el West Ham en la presente temporada de la Premier League ha colmado la paciencia de los aficionados, que durante la derrota ante el Burnley saltaron al terreno de juego para reclamar a los jugadores.
Fue en la segunda mitad y tras el segundo gol del cuadro visitante que espontáneos comenzaron a saltar a la cancha para recriminar la actuación de su equipo, uno de ellos incluso arrancó el banderín del tiro de esquina y lo colocó al centro del campo.
Otros más comenzaron a abandonar sus asientos y trataron de ingresar al palco de los dueños para mostrar su frustración, por lo que los propietarios tuvieron que abandonar el inmueble alrededor del minuto 80 del partido.
Ante los situación, algunos niños fueron resguardados en la banca del Burnley, mientras fans encaraban a las autoridades presentes, por fortuna el incidente no pasó a mayores. El conjunto Hammer se ubica en el puesto 16 a sólo tres puntos del descenso.
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