Zúrich Suiza. Las esperanzas del capitán de la selección peruana de futbol, Paolo Guerrero, de lograr una amnistía por una sanción por dopaje que lo dejó fuera de la Copa del Mundo parecieron acabarse el martes después de una reunión con el presidente de la FIFA, Gianni Infantino.
El dirigente suizo expresó su “profunda comprensión” de la difícil situación que vive el delantero de 34 años, dijo la FIFA en un comunicado, pero destacó que la sanción fue impuesta por el máximo tribunal deportivo siguiendo un procedimiento disciplinario estándar.
Guerrero será excluido de la Copa del Mundo, donde Perú hará su primera aparición en 36 años, luego de dar positivo por un derivado de la cocaína, presente en un té, tras un partido ante Argentina por la eliminatoria al Mundial jugado en octubre.
Inicialmente, la suspensión del comité disciplinario de la FIFA a Guerrero era por 12 meses pero la sanción se redujo a seis meses tras una apelación, lo que le habría permitido al goleador jugar la Copa del Mundo que se desarrollará entre el 14 de junio y el 15 de julio en Rusia.
Sin embargo, la semana pasada, el Tribunal de Arbitraje del Deporte (TAS) aumentó la suspensión a 14 meses después de una apelación de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), que argumentó que la sanción de seis meses era demasiado indulgente.
La FIFA confirmó que Infantino se reunió el martes con Guerrero y con el presidente de la Federación Peruana de Futbol (FPF), Edwin Oviedo.
“Gianni Infantino expresó su profunda comprensión de la decepción de Guerrero por no poder unirse al plantel peruano para el Mundial 2018", dijo la FIFA.
“Sin embargo, el presidente de la FIFA también hizo hincapié en el hecho de que la sanción fue impuesta por el Tribunal de Arbitraje del Deporte, después de un recurso interpuesto contra una decisión de un organismo judicial independiente de la FIFA”, agregó.
Reuters
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