Ciudad de México. Ronaldinho la pasó bien en cada equipo que estuvo y desplegó toda su magia, tanto en un encuentro oficial como en un simple entrenamiento.
Si no, basta con leer lo que contó Kevin-Prince Boateng, uno de sus excompañeros en el AC Milán, quien recordó una peculiar anécdota que vivió con el brasileño en las prácticas del equipo italiano.
Boateng reconoció que a Dinho le gustaba la fiesta y salir de noche, pero cuando se ponía ajugar futbol y se concentraba en el trabajo, era el mejor, incluso por encima de Maradona.
“Cuando no salía por la noche y había descansado bien, Ronaldinho venía a los entrenamientos y citaba los nombres de los compañeros a los que les iba a hacer un túnel. Y al final, lo hacía. Podía golpear el travesaño tantas veces como quería, y hacía malabarismos inimaginables con el balón. En esos momentos te dabas cuenta de que era el mejor mundo. Más que Zidane, Pelé o Maradona. Era imposible encontrar tanto talento en un jugador de 1.80 metros de altura”.