El futbol de Irlanda del Norte ha acaparado los reflectores mundiales, luego de que la federación de futbol de ese país impusiera una de las sanciones más sorprendentes de la historia: seis partidos de suspensión por orinar sobre el terreno de juego.
Se había acabado el tiempo reglamentario de las semifinales de copa entre el Coleraine y el Ballymena United, cuando uno de los jugadores más importantes del equipo local, Eoin Bradley, aprovechando la pausa para ir a la prórroga, orinó a un lado de sus compañeros, que escuchaban atentamente las indicaciones de su técnico.