Ahora que Chivas y América nuevamente se medirán en unas semifinales, es imposible no recordar la histórica bronca que tuvieron en la temporada 1982-1983 en la antesala de la final que a la postre benefició al Puebla en la obtención del título del futbol mexicano.
En aquella campaña las Águilas también eran el favorito, pero por mucho mayor margen ya que fueron el líder de la fase regular, mientras que el Rebaño llegó como séptimo de la tabla general.
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Por si algo faltaba el conjunto azulcrema superó a domicilio 2-1 a los rojiblancos en la ida de las semifinales, con lo que todo estaba puesto para sellar su pase en casa para la vuelta el 22 de mayo de 1983.
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En el partido de vuelta se desató la furia
El Guadalajara sorprendió con una contundente victoria por marcador de 3-0 en el Estadio Azteca en un encuentro que se fue calentando hasta que cerca del final Roberto Gómez Junco de los tapatíos festejó y se burló justo en frente de la banca americanista desatando la furia de sus rivales.
Con eso se dio una pelea campal que incluyó patadas voladoras, puñetazos, empujones en los que hasta tuvo que intervenir la policía para frenar a los futbolistas, en un día en el que el árbitro Edgardo Codesal mostró 17 tarjetas rojas.
El problema fue para Chivas que todavía tenía que jugar la final ante el Puebla, pero sin la presencia de siete importantes jugadores del cuadro titular: Javier Cárdenas, Roberto Gómez Junco, Gabriel Zapiáin, Javier “Zully” Ledesma, José Gutiérrez, Eduardo Cisneros y Jaime Pajarito.
Con el Rebaño tan mermado, la Franja aprovechó para llevar la serie hasta los penaltis en donde se terminó coronando y dejando con las manos vacías a los dirigidos por Alberto Guerra a pesar de que venía con el ánimo a tope por eliminar al odiado rival.
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Así que para este Clausura 2023, tanto Chivas como América deberán tener la cabeza fría en estas semifinales pensando en que uno de los dos todavía jugará la final.