Joey Meneses, ídolo actual del beisbol mexicano y pelotero a seguir por parte del equipo que representa a la región de México en la Serie Mundial de Pequeñas Ligas.
Estos pequeños observaban desde las tres primeras filas detrás de la cueva de los Nacionales previo a su duelo contra los Phillies, en el Bowman Field de Williamsports, Pensilvania.
Varios de los peloteritos y coaches, vestidos con franelas verdes del equipo, levantaron sus dispositivos móviles mientras “CaballoJoey” se hacía paso hacia el plato para su primer turno en el Clásico de Pequeñas Ligas.
Meneses saludó a los espectadores con un imparable hacia el jardín central que llenó las bases para los Nacionales, y posteriormente anotó dos bateadores más tarde para guiar a su equipo al triunfo 4-3 sobre los Phillies.
Previo al encuentro, Meneses se había puesto la capa de héroe para visitar al equipo en el dugout previo a su victoria 10-1 sobre Canadá. Su orgullo por ver a estos aspirantes jugadores del beisbol azteca fue inmenso. Seguramente recordó sus días como pequeño pelotero en su natal Culiacán, Sinaloa, las primeras semillas del éxito que lo llevó a vestir la playera mexicana en el Clásico Mundial, y que hoy lo tiene como representante de nuestro país en las Grandes Ligas:
Los jugadores de la novena mexicana le regalaron pins de la LLWS al primera base, jardinero y bateador designado de Washington, y él los correspondió con gorras de los Nacionales, hoy miembro clave del equipo en reconstrucción. Meneses, todo un “CaballoJoey” dentro y fuera del diamante.