Juan Toscano: Ejemplo del crecimiento mexicano en la NBA

El gran paso de Juan Toscano con Golden State es el referente principal para las futuras generaciones de compatriotas que se abren paso en la NBA

México se abre paso por el basquetbol internacional y la NBA no es la excepción. Juan Toscano-Anderson tiene fuertes ambiciones como jugador de los Warriors de Golden State y ve un promisorio panorama para el basquetbolista azteca. Uno de los principales puentes para el crecimiento del deporte ráfaga en nuestro país puede ser la incursión de los Capitanes de la CDMX, a la G League (Liga de Desarrollo de la NBA).

Actualmente, la franquicia mexicana ha tendido un inicio positivo en la temporada, lo que podría augurar un buen futuro para los jóvenes talentos aztecas que se abren paso en busca de oportunidades en las mejores ligas del mundo como la NBA y la Euroliga (también se engloban el resto de las competencias en el basquetbol europeo).

Toscano es el quinto mexicano que juega en la NBA. Los otros: Horacio Llamas, Eduardo Nájera, Gustavo Ayón y Jorge Gutiérrez. Todos tuvieron sus grandes momentos en la asociación, pero el que estuvo más cerca de pelear los campeonatos fue Nájera en su paso por Dallas (en Denver también tuvo equipos competitivos pero sin éxito en rondas finales).

El nacido en Chihuahua formó parte de aquellos Mavericks de Dallas que estuvieron constantemente en la contienda por el trofeo Larry O’Brien del 2000 al 2012. Estuvo en dos etapas distintas, la primera del 2000 al 2004 y la segunda en la 2009-2010. Un año después, fue cuando los entonces dirigidos por Rick Carlisle y liderados por Dirk Nowitzki, por fin, pudieron coronarse frente al Heat de Miami, en aquella serie donde no eran favoritos frente a LeBron James y Dwayne Wade.

Por desgracia, aquella ha sido la instancia que más ha acercado a un mexicano a la gloria. Hoy, Toscano tiene amplias posibilidad de ser el primer mexicano en lograr un campeonato en la NBA. Esto, al ser parte de un equipo con ADN ganador como Stephen Curry, Klay Thompson, Draymond Green, Andre Iguodala, Kevon Looney y el entrenador Steve Kerr.

Su parecido a Nájera no es del todo descabellado, al ser dos jugadores con una característica particular: Sacrificio por el equipo. Ambos conocen perfectamente su rol alejados del protagonista ofensivo, pero fuertemente comprometido a las labores defensivas y todas aquellas cosas pequeñas que hacen ganar en la cancha a los equipos contendientes.

Ese bien podría ser el secreto del éxito del basquetbolista mexicano en las altas esferas del basquetbol mundial. Obviamente, los equipos candidatos ya tienen a sus estrellas muy bien definidas y buscan jugadores comprometidos con la camiseta.

Me viene a la mente alguien como el argentino y gloria latina Manu Ginobilli, quién inició su camino de menos a más en las duelas. Recordemos que primer fue un jugador de rol en las rotaciones de Greg Popovich en San Antonio. Posteriormente, su talento y sacrificio le dio para ser una estrella en los años venideros.

Así debe picarse piedra en un basquetbol tan complicado como el de la NBA. Primeramente, pensar en el éxito colectivo y poco a poco desarrollar aptitudes que hagan explotar las capacidades como jugador. Toscano lo entiende actualmente y las futuras generaciones de basquetbolistas mexicanos también lo deben hacer para poder abrirse paso en el mejor escenario del deporte ráfaga.