Al escuchar “Clásico Joven”, surge de los aficionados del América y del Cruz Azul un sentimiento casi automático, construido a lo largo de los años. La Máquina, víctima de las Águilas; los cremas, padres de los cementeros.
Ese juicio comenzó a tomar forma después del Torneo de Clausura 2003, cuando Cruz Azul venció por última vez en este enfrentamiento, antes de entrar en una maldición ante su máximo rival que duró siete años, hasta que fue destruida por uno de los máximos ídolos en la historia celeste, Christian Giménez, con un gol a Guillermo Ochoa en el Estadio Azul, para ganar por 1-0.
Sin embargo, hoy la historia es distinta. Cruz Azul ya sabe domesticar a las Águilas, siendo amo y señor de Clásico Joven. Los últimos tres duelos de liga han sido ganados por el club cementero, uno de ellos por 5-2, y los otros con una mínima diferencia en el tablero, pero apabullante dominio sobre el terreno de juego.
Eso sin contar el partido de la Copa Por México, que se jugó antes del inicio del Guardianes 2020, en donde la Máquina ganó por 4-1, por lo que no solo el equipo, sino también Robert Dante Siboldi ya le tiene la medida tomada a Miguel Herrera. En sus tres Clásicos Jóvenes al frente, el timonel uruguayo ha disfrutado de 10 golesa la oncena del ‘Piojo’.
De ganar este domingo Cruz Azul ligaría cinco victorias consecutivas al América; cuatro seguidas en el torneo de liga, racha que nunca ha logrado en toda la historia de los torneos cortos.