Mis dos más grandes pasiones | El Dictado
Con el paso del tiempo mis pasiones han disminuido en número, pero por alguna razón las dos que han prevalecido hoy las disfruto al máximo.
Aunque ustedes no lo crean alguna vez tuve 20 años. Y cuando tenía 20 años, tenía 20 pasiones o más. Y hoy, no tengo tantas porque afortunadamente el tiempo pasa poniendo freno a los ímpetus juveniles y reemplaza el vértigo por prudencia y las ganas de todo sin límites, por profundidad de pensamiento.
Eso se llama “estado de conciencia”, y no se disfruta menos la vida, se disfruta más. Además está bien que así sea porque de otra manera, a mis más de 60, andaría yo trepado a una motocicleta de carreras o viajando por el mundo sin dinero, siguiendo a decenas de peleadores.
En 1975 hice mi primer viaje a Europa, siguiendo a Carlos Monzón. Nací en Argentina y allá, de mis primeros pasos en el periodismo y en el boxeo, es lo que recuerdo.
De las tantas pasiones que me encendían, hoy quedan menos. Algunas las devoró el tiempo, otras se gastaron por el mucho uso en el derrotero de vivir. Pero quiero decirles que mi pasión por el boxeo y por la televisión están intactas. Les platico más en El Dictado.
