En México ser una persona chingona es causa de impuestos, ¿no nos crees? Entonces piensa, por qué cada vez que decides hacer algo para salir adelante y fundar tu patrimonio a fruto de tu esfuerzo, los gobiernicolas siempre piensan en restar una parte de trabajo.
Parecer ser que desde hace muchos años el gobierno parece estar persiguiendo un solo objetivo: destruir la riqueza de nuestro país porque para TODO se compran IMPUESTOS:
- Si tienes un guardadito de lana en el banco: impuestos.
- ¿Quieres poner un negocio?: impuesto.
- Si pones una empresa: impuestos.
- Invertir tu lana: impuestos.
- ¿Vender un producto?: impuestos.
- Comprar un producto: impuestos.
- ¿Tienes una casa o departamento?: impuestos.
- Si quieres RENTAR esa casa o departamento: impuestos.
- ¿Carro o motocicleta?: impuestos.
- Si quieres ponerle gasolina a ese carro: impuestos.
- Si solo quieres relajarte viendo una serie en una plataforma de streaming: impuestos.
Bueno, si solo quieres echarte unas cheves o un tequila con tus amigos: ¡IMPUESTO ESPECIAL! Si quieres un refresco o unas papitas para animar tu reunión: IMPUESTO.
Pero, ¿y a la hora de pedir el voto? Dinero regalado al por mayor
Todo cambia a la hora de querer ganarse tu voto, porque entonces ya fregaste: recibes toda una dotación de bonos, becas, subsidios, y tarjetas con dinerito.
Poco importa si te quedas en tu casa rascándote la panza. Aquí es donde empieza el problema grave, porque el Papá Gobierno nunca ha sacado a nadie de la pobreza.
¿Quieres leer algo todavía peor? Al otorgar dinero sin generar empleos, la gente se vuelve dependiente, lo que se reduce en la perdida de autonomía y dejar todo en manos de los gobiernicolas.
¿En verdad queremos eso? ¿Que nuestro bienestar dependa de los políticos?, ¡Date cuenta, compadre!