Este viernes, el Juez Tercero de Distrito en el Estado de Coahuila de Zaragoza ordenó la libertad inmediata de Julia y sus tres pequeñas. Hoy y tras varios días de esperanza, Julia se reunió con sus hijas, a quienes no había visto por semanas.
La última vez que Ashley de 9 años, Amy de 6 y Claudia de apenas año y medio vieron a su mamá fue por medio de una videollamada.
🔴#ÚLTIMAHORA | Así fue el emotivo reencuentro de Julia con sus tres hijas. Se van a quedar en México e iniciarán los trámites legales para solicitar asilo en #EU @Galicia_Edgar platicó con ella.@sajimenezm@LilianaCUAUTLI pic.twitter.com/PFwKHRbhQe
— Fuerza Informativa Azteca (@AztecaNoticias) February 4, 2023
La tortura para Julia y sus pequeñas terminó con un conmovedor abrazo, seguido de las lágrimas de felicidad que se habían contenido durante los 15 días que permanecieron separadas.
Era el día que más anhelaba y fue triste, no sé, tantas emociones de ver a mis niñas otra vez”, comentó Julia, tras el reencuentro con sus pequeñas.
Por ser víctimas de violencia en su país natal, Julia y sus hijas intentaron pasar de manera ilegal a los Estados Unidos, lugar en donde serían recibidas por los abuelos paternos de las niñas.
Pero “los coyotes” que contrató y que le surgieron pasar de manera separada el Río Bravo, primero las niñas y luego a ella, la engañaron y dejaron abandonadas a sus pequeñas en un islote del río.
Lastimosamente a mí me tocó tomar esa decisión y quizás no lo pensé bien, no lo asimile bien y solo pues me dejé llevar y lastimosamente pasó lo que pasó pero gracias Dios que nunca dejé a mis niñas solas, mencionó Julia
Pocas veces la vida ofrece segundas oportunidades, Julia está consciente de esto y les prometió a sus hijas que nunca más se vovlerán a separar.
¿Qué le sucedió a Julia y a sus tres hijas?
El pasado 12 de enero Julia de 26 años y sus 3 hijas trataron de cruzar de manera ilegal la frontera a Estados Unidos, debido a que en su país de origen, El Salvador, sufrieron maltrato e inclusive la mayor de las niñas fue víctima de abuso.
El objetivo de Julia era llegar hasta la ciudad de Austin, Texas, donde sus suegros le darían refugio junto con sus tres pequeñas, para lograrlo tuvo que pagarle 180 mil pesos a unos “coyotes”.
El plan de “los coyotes” era pasar de forma separada la frontera, primero a las tres pequeñas y luego a Julia, posteriormente se reencontrarían al otro lado del Río Bravo.
Sin embargo, “los coyotes” engañaron a Julia y dejaron a las pequeñas abandonadas en un islote del Río Bravo. La mayor, de 9 años, cuidó a sus hermanas hasta que el Grupo Beta de Piedras Negras las rescató y trasladó a la institución del Desarrollo Integral de la Familia (DIF) en Coahuila.
Julia tampoco logró cruzar a los Estados Unidos, pero lo que más le preocupó era que no sabía nada de sus hijas. Hasta que por medio de un mensaje que recibió de sus familiares supo que sus hijas fueron rescatadas y trasladadas a dicha institución.
El 20 enero, Julia se entregó a las autoridades migratorias para que sus pequeñas no fueran deportadas solas a El Salvador.
Tras días de incertidumbre Julia logró reunirse con sus hijas, podrán permanecer en México ya que cuentan con una tarjeta de visitante por razones humanitarias, docuemento que tambíen le permite iniciar con los tramites para irse a Estados Unidos junto con sus pequeñas.
