La tormenta de la indolencia | Date Cuenta

El gobierno de México abandonó a la sociedad y dejó a millones de desamparados; lo que pasó en Acapulco no es más que una muestra de indolencia.

Por: Juan Pablo Delgado

¡Ya no estamos para cuentos! Lo que sucedió la semana pasada en Acapulco es sólo una muestra más de que tenemos un gobierno malo, caro y sobre todo indolente.

¿Por qué es malo? Porque en vez de tener a verdaderos profesionales, tenemos gobernantes improvisados, arrogantes e incompetentes, sí, dos cosas que terminan por cobrar vidas humanas.

Por esta misma razón, en ningún momento tuvieron la capacidad de prever el desastre que iba a ocurrir y evidentemente no tuvieron la oportunidad de prepararse para la llegada del huracán más fuerte de la historia del Pacífico mexicano, sí, hablamos de “Otis”, mismo que sirvió para evidenciar que el gobierno de México abandonó a la sociedad y dejó a millones de desamparados.

Ahora, las prioridades no son las mismas a pesar de la tempestad, un ejemplo de lo que se está hablando e incluso algo preocupante es que, con el dinero que se le entregará a PEMEX el próximo año se podría pagar casi dos veces los daños de Acapulco; sin embargo, se construyen proyectos sin destino.

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