El gobierno holandés, después de meses de debate dentro de la coalición gobernante, permitirá a los médicos aplicar la eutanasia a los niños con enfermedades terminales de entre uno y 12 años, evitando más sufrimiento para ellos y familiares.
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El gobierno estima que las nuevas reglas, que levantan la amenaza de enjuiciamiento por parte de los médicos, afectarán entre cinco y diez niños por año que no tienen esperanzas de mejorar su condición.
Bélgica se convirtió en el primer país en permitir la eutanasia infantil voluntaria en 2014 cuando legisló para permitir la eutanasia en los casos en que el paciente joven tenía una enfermedad terminal y sufría mucho dolor. Dos niños belgas de nueve y 11 años se convirtieron en los primeros en ser sacrificados en 2016 y 2017.
La intervención para acabar con una vida también es legal en los Países Bajos para niños mayores de 12 años si el paciente y sus padres dan su consentimiento. Incluso se puede poner fin a la vida de los bebés de hasta un año con el consentimiento de los padres.
El grupo de niños al que hace referencia el reglamento planificado actualmente sólo puede recibir cuidados paliativos o que se le retenga su nutrición para acelerar su muerte según las reglas actuales, y los médicos se enfrentan a enjuiciamiento si toman cualquier otra medida para acabar con una vida.
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Se necesitará el consentimiento de los padres y el paciente debe estar soportando un “sufrimiento insoportable e interminable” para que se le conceda la eutanasia. Al menos dos médicos deben estar de acuerdo con el procedimiento.