Querétaro, 15 de abril.- El ser humano puede obtener experiencias positivas de una cuarentena como el aprovechamiento del tiempo, un ejercicio de autoanálisis y la recuperación de la convivencia social, que le permitirá superar la crisis.
El psicólogo Emiliano Carrillo dijo en entrevista para Notimex que más allá de las crisis económicas, políticas, sociales o sanitarias, como es el caso del COVID-19, lo más importante son las áreas de oportunidad que éstas pueden dejar al hombre.
Explicó que aprovechar el tiempo durante una etapa de confinamiento consiste en aprender a distribuir el espacio disponible y planear las actividades venideras, una vez que concluya la emergencia o crisis.
“Muchas personas temen al desempleo, a quedarse sin un ingreso, pero lamentar una situación así y no planear para el futuro inmediato es todavía peor”, puntualizó el experto del Patronato Psicológico Queretano (Psyque).
Expresó que en este momento la mayoría de los empleados están en riesgo de perder su fuente de ingresos, pero más que ver el lado negativo sería importante que hicieran un esquema de búsqueda de nuevo empleo o incluso, de autoempleo.
Otras áreas de oportunidad en este rubro están el rescate de actividades ordinarias cómo poner en orden la vivienda, crear rutinas físicas e intelectuales y recuperar buenos hábitos, “algo que se ha perdido en la actualidad por la dinámica de vida en las grandes urbes”.
Ejemplos hay muchos, aseveró Emiliano Carrillo, cómo recuperar el hábito de la lectura, tomar cursos en línea, pulsar un instrumento musical, hacer ejercicio físico, etcétera.
El ejercicio de autoanálisis se enfoca a hacer un recuento de vida, qué se hizo y qué se dejó de hacer, a fin de recomponer una parte de vida.
“Mucha gente vive su vida a base de objetivos como casarse a determinada edad, luego adquirir vivienda, procrear hijos, hacer el viaje de sus sueños, pero al paso del tiempo alguno de esos objetivos no se realizaron”, dijo el psicólogo.
Es ahí donde las personas deben reflexionar y fijarse nuevos objetivos, renovar sus metas, lo cual fortalece la autoestima y catapulta la esperanza por una vida saludable y con prospectiva pasada la emergencia o crisis.
En tanto, la convivencia social es un valor perdido en gran medida por la dinámica de vida en las grandes ciudades de México y el mundo.
“Hoy en día muchas familias jóvenes conviven muy poco, los hijos recién nacidos pasan muchas horas en la guardería porque papá y mamá trabajan hasta 12 horas en su centro laboral y en la noche solo se reúnen para dormir”, aseveró.
En el caso de los hijos adolescentes, éstos hacen su vida lejos de sus padres y desconocen el valor de la convivencia, abundó Emiliano Carrillo.
En cambio, enfatizó, una cuarentena necesariamente permitirá recuperar esa convivencia social entre abuelos, padres e hijos, reforzando así los lazos sanguíneos.
El especialista confió en que la pandemia por COVID-19 cambie los paradigmas sociales y lleve a que el ser humano recupere valores perdidos como son precisamente la convivencia, el buen trato, el respeto por los habitantes de la comunidad y el ejercicio de autoanálisis.
