Los efectos secundarios que sigue dejando esta pandemia por el covid-19 continúan pasando factura a negocios y patrimonios de varias familias, que por años estuvieron invirtiendo en lo que sería el proyecto de su vida. Uno de estos ha querido permanecer a la vista de sus clientes; se trata de un restaurante que está ubicado en la CDMX.
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Guillermo Gómez ha aprovechado el buen espacio que tiene en la terraza del lugar atendiendo a una sola mesa (en ocasiones a dos), lo cual le ha ayudado a seguir solventando algunos gastos y deudas.
La sanitización se hace por cada rincón del local, se desinfecta todo y la entrada, mesas, cocina y baños, se limpian a diario para mantener la higiene. Esto viene acompañado de una agradable experiencia, asegurando que sus clientes toman el riesgo de salir y ellos lo compensan con el mejor servicio.
Hay algunas promociones que se pueden ver a través de sus redes sociales y el horario también lo puedes elegir; desde un desayuno, comida y hasta una cena romántica.
Guillermo admite que varias veces quisieron hacer fiestas de entre 10 y 15 personas, pero las reservaciones solamente están sujetas para dos personas por el bienestar de los comensales, del equipo de trabajo y de él mismo.
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Esto demuestra la adaptación que algunas personas han tenido ante la situación, demostrando que reinventarse, temporalmente, ayudará a que sus ingresos no se vean más dañados.