El parlamento de Nicaragua, controlado por los aliados del presidente Daniel Ortega, cerró 25 organizaciones no gubernamentales.
Y no es la primera vez que lo hacen; esta mordaza que el parlamento nicaragüense le aplica a cualquier crítico del gobierno comenzó hace 4 años, cuando en el 2018 las protestas masivas se tradujeron en una crisis política con muertos y presos políticos.
Desde aquel 2018 a la fecha, el número de ONG´s, organizaciones que habitualmente trabajan en temas de derechos humanos y labores sociales y culturales, que han sido silenciadas por Daniel Ortega y su dictadura ya supera las 160.
La mordaza y el cierre autoritario no solo le ha pegado a estas organizaciones; basta recordar que en diciembre del 2021 y los primeros meses de este 2022, Daniel Ortega también mandó cerrar 14 universidades; todas fueron acusadas de incumplir con sus obligaciones o esconder los verdaderos documentos de identidad de sus directivos.
Hablando de eso, de la verdad y sus diferentes vertientes, la oposición, casi nula en Nicaragua, tiene otros datos.
Aseguran que tanto las ONG como las universidades fueron silenciadas por criticar al gobierno de Daniel Ortega y al de su esposa, Rosario Murillo, vicepresidenta del país.
También dicen que luego vinieron las votaciones, amañadas aseguran; la más reciente por ejemplo la ganaron los aliados del Frente Sandinista de Liberación Nacional con 74 votos a favor y 15 abstenciones.

De derecha a izquierda, extremistas o de centro; censura, arma de políticos ambidiestros
El Frente Sandinista de Liberación Nacional no ha soltado el poder desde enero del 2007 y la respuesta favorita de su líder ante las críticas que recibe, es decir que vienen de "quienes siguen con sus prácticas colonialistas" o de aquellos que "no quieren la paz y han sembrado odio y muerte en el país".
Respuestas muy similares, como sacadas de un guión que también leen en Venezuela desde 1999, primero con Hugo Chávez y luego con Nicolás Maduro.
O en Cuba donde culpan al poder del "imperialismo yanqui" de las mayores protestas desde aquella revolución cubana.
Esas, ocurridas apenas el año pasado, terminaron con más de mil personas detenidas tras exigir libertad y manifestarse contra la crisis económica que los mantiene atrapados en la miseria.
127 de ellas fueron condenadas a entre 6 y 30 años de cárcel

Gobiernos que iniciaron en la izquierda y luego comenzaron a actuar como la derecha que tanto aborrecían.
Todos iguales, escondidos bajo una revolución desdibujada al paso de la historia.
Que cayan las voces que se levantan contra ellos, que las exhiben, que siempre encuentran enemigos de la patria en cualquiera que los contradice, inocentes permanentes, libertadores autoproclamados, enfermos de poder.
¿Además de Nicaragua, Venezuela y Cuba, se le ocurre alguno más?, ahora que lo menciono, tal vez a mí, sí.
