Luego de confirmarse la muerte de 66 personas y otras 76 más heridas por la explosión de una toma clandestina en Hidalgo, el presidente Andrés Manuel López Obrador expresó que se trata de una situación “muy dolorosa pero aleccionadora”.
El mandatario informó que suspendió sus actividades programadas para este fin de semana con el propósito de atender la emergencia por el estallido en Tlalhuelilpan durante la tarde del pasado viernes.
López Obrador expresó que su estrategia es persuadir a la población de abandonar estas prácticas ilegales, pero no lo hará “combatiendo fuego con fuego”, pues aseguró la violencia no termina con más violencia.
“Hay que acabar con las causas que originan el robo del combustible, esto es consecuencia del abandono del pueblo. Vamos a persuadir porque tenemos la convicción de que el pueblo es bueno”, mencionó durante una conferencia en Palacio Nacional.
El Presidente añadió que se brindará atención especial en hospitales a las víctimas con el propósito de salvar vidas de las personas que se encontraban en la zona.
