Qué curioso.
Qué curioso que, prácticamente durante los últimos días, las últimas semanas, los últimos meses, nos enteremos por medio de Estados Unidos de todas las corruptelas, delitos, organizaciones y redes criminales que están operando en territorio mexicano.
Qué duro. Qué realidad tan, tan triste y desoladora. Porque eso, ¿qué nos dice sobre la procuración de justicia en territorio mexicano, donde tendrían que estar rindiendo cuentas muchos de estos señalados y ahora ya, incluso, expulsados, enviados, mas no extraditados, muchos criminales? Ya un total de 552 tandas.
Hay que recordar que en febrero fueron 29, 26 apenas el día de ayer, y por más que en el discurso nos quieran decir que todo esto es parte de un muy soberano acuerdo de cooperación, lo que en realidad está demostrando al pueblo mexicano es que no pueden. Aquí no pueden.
No pueden ni siquiera controlarlos en los centros penitenciarios. ¿Qué podemos esperar en el territorio y en todas estas partes y zonas del país, que son tierra de nadie, que están bajo el control del crimen organizado?
Ahora, evidentemente, todo lo que todos queremos es que haya seguridad, que haya paz, y si tiene que ver que hacerlo Estados Unidos desde las Cortes de Estados Unidos, desde el Departamento del Tesoro de Estados Unidos..
Pues claro que le tenemos que dar la bienvenida, pero que no se nos olvide que no tendría que ser así. Entonces, realmente, tenemos que empezar a cuestionar qué hay detrás.
De entrada, una admisión de una incapacidad por parte del gobierno mexicano de hacer su trabajo, de no tener las capacidades, quizás o la voluntad, no lo sé, de hacer todas estas investigaciones.
¿Por qué tienen que hacerlo desde fuera y, aun así, cuando hay señalamientos desde fuera aquí soberanamente, nos indignamos y salen a decir que dónde están las pruebas?
Queremos pruebas, más pruebas. Bueno, ¿qué más pruebas necesitan? Ya les están haciendo la chamba una y otra vez. Pero aun así, aquí nadie sabe, nadie ve, nadie escucha, nadie se entera de lo que pasa.
Un día nos enteramos de sobornos a funcionarios mexicanos de Pemex, pero por Estados Unidos, no por el gobierno mexicano, y al día siguiente nos enteramos que se tiene que enviar una serie de criminales y perfiles de muy alto nivel en cuanto al crimen organizado a Estados Unidos, porque aquí no los podemos controlar en los centros penitenciarios.
¿Y qué nos vamos a enterar mañana? ¿Qué sigue? Es realmente increíble lo que está pasando en estos momentos.
Ahora bien, evidentemente, lo que todos queremos es que se acabe la inseguridad, la violencia, pero lo que nos estamos enterando es gravísimo.
Y eso es que aquí no pueden.