Era hace casi un año cuando la perrita “Frida” era conocida por millones de mexicanos y personas de varias partes del mundo por su ardua participación en el sismo de 19 de septiembre de 2017 en la Ciudad de México.
En pocos días, a los alrededores de los edificios derrumbados ya se veían desde artículos con su nombre hasta amuletos para protegerse contra los fenómenos naturales.
Pero hace unos cuantos meses la Asociación Cervecera de la República Mexicana intentó registrar su nombre de Frida Marina para comercializar productos ante el Instituto Mexicano de Propiedad intelectual (IMPI).
Lo anterior fue impedido por la Secretaría de Marina al solicitar a su nombre el registro de “Frida marina”, ya que es “símbolo de una institución del Estado” y “emblema de la independencia”.
De acuerdo con la ley, la fracción VII del Artículo 90 de la ley de Propiedad Industrial impide el registro de símbolos o denominaciones en imitación a organizaciones gubernamentales.
“La perrita rescatista Frida no puede ser asociada con el consumo de alcohol o actividades mercantiles de un tercero, porque traería como consecuencia un perjuicio a los menores, así como a la imagen de la institución”, señaló la Semar.
Aunque el fallo se llevó a cabo en febrero, apenas se dio a conocer que la asociación pretendía usar el nombre en cerveza, agua mineral, refrescos, vestidos, calzado, blusas, zapatos, abrigos, entre otros objetos.
