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16 de septiembre: ¿Viva la independencia de México?

Estamos a pocos días de celebrar un aniversario más del inicio de la lucha por la independencia de México, pero ¿realmente tenemos algo que festejar?

Fernanda Ortega

Durante septiembre y por la independencia de México, todo es fiesta, comida, folclor y sentido de pertenencia (mismo que casi todo el año -a menos que juegue la Selección Nacional- parece estar en estado de hibernación por cuestiones malinchistas o clasistas).

Podremos ignorar otras fechas cívicas, pero como mexicanos es de ley saber lo que conmemoramos la noche del 15 de septiembre. “Somos un país libre”, decimos recio y quedito. Incluso, llegamos a tener un sentido de superioridad frente aquellas naciones que se encuentran bajo dictaduras o en sistemas opresores.

¿Realmente vivimos en una sociedad libre e independiente?

Para empezar, hablemos de los nada desconocidos índices de delincuencia e inseguridad. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) del segundo trimestre de este 2022, 67% de las personas consideran que vivir en su ciudad no es seguro.

Por otro lado, un 70.9% de los encuestados afirmaron sentirse inseguros en un cajero automático, cifra que prácticamente se ha mantenido en lo que vamos del año. Además, un 49.3% de las personas optó por cambiar su hábito de caminar de noche por donde vive. Si bien no tenemos cadenas ni grilletes físicos, el temor a sufrir algún crimen nos esclaviza. Ya lo dijo el poeta Horacio: “Quien vive temeroso, nunca será libre”.

La situación económica es otro tema. La pandemia vino a alterar el sistema económico mexicano -ya de por sí lastimado- y los estragos siguen afectando los bolsillos de todos. Como ejemplo, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) estima que derivado de la inflación, unas 2.5 millones de personas podrían entrar a la condición de pobreza en México.

Y esto no es solo una cifra, ya que el hecho de vivirlo implica que la gente cargue con un yugo de preocupación ante la escasez de ingresos. Entonces… ¿Tenemos libertad económica? ¡Parece que no!

Y por último está el rezago educativo. Poco más de 4 millones de mexicanos mayores de 15 años no saben leer ni escribir. Para una época donde estas habilidades son básicas para desarrollarse social, laboral y académicamente, y su acceso debería estar totalmente normalizado después de 101 años de haberse creado la SEP, el analfabetismo sigue esparcido por todo el país.

¿Qué implica ser analfabeta en términos de independencia?

No conocer los derechos y obligaciones que se tienen, por tanto, es estar expuesto a una serie de abusos laborales o jurídicos que pueden llevar a prisión a la persona en cuestión.

Evidentemente hay más temas por los que México no es un país independiente, empezando por la esclavitud absoluta a la que estamos sometidos por las autoridades fiscales. Pero justo aquí se encuentra la importancia de hacer una reflexión sobre la condición nacional en estas fechas.

No se trata de encerrarnos en un cuarto y deprimirnos ante las cifras y datos que sustentan nuestra dependencia a estructuras gubernamentales y sociales, así como la esclavitud ahora vista en formas como la inseguridad, la pobreza o el rezago.

Se trata de una contemplación que nos haga entender de qué manera contribuimos personalmente a estas condiciones, y cómo podemos actuar para que en un futuro por fin digamos “¡Viva la independencia!” con la boca llena de razón.

¿Quieren ser verdaderamente libres?

Pues la libertad empieza por cada uno de nosotros y con cada una de nuestras acciones frente a la sociedad.

Ante todo esto: ¿Ustedes se consideran libres, independientes y soberanos?