Isabel, Santiago y Paula están de acuerdo en apoyar a sus hijos Paulita y Eugenio tras el embarazo de Paulita, pero su padre se opone rotundamente. Santiago va con Gabriela, donde se encuentra con su hijo y le da la noticia que los apoyarán y él se pone muy feliz, pues pensó que jamás lo apoyarían.
El compañero de Gabriela le confiesa a Santiago que está enamorado de Gabriela, pero lo tranquiliza informándole que ella no tiene ojos para nadie más que para Santiago.