Ciudad de México. “Si diez años después, te vuelvo a encontrar en algún lugar, no te olvides que soy distinto de aquel, pero casi igual”, dice la letra de una canción del cantautor argentino, Andrés Calamaro, y esta línea bien podría quedarle perfecta al defensor del Liverpool FC, Virgil van Dijk.
Y es que el holandés, en solo 10 años, pasó de lavar platos en un restaurante de Breda, Holanda, a jugar una final de la UEFA Champions League. Van Dijk, incluso, era presionado por su entonces jefe para que dejará la idea de ser futbolista profesional y se dedicara de lleno a lavar más trastes.
“Su padre solía venir a recogerle después de trabajar. Él era un gran empleado, siempre estaba aquí las dos noches más duras de la semana. Solía decirle que lavase más platos y que dejara de intentar ser profesional, que aquí por lo menos tenía la oportunidad de ganar dinero”, dijó Jaques Lips, empleado del Oncle Jean de Breda, el restaurante donde trabajaba Virgil.
¡Pero oh sorpresa! El defensor no dejó de lado su sueño de ser futbolista profesional, consiguió debutar en Primera División y tiempo después, se convirtió en el defensa más caro de la historia, tras haber sido vendido en 75 millones de libras, algo que dejó sorprendido a Lips: "¿Más de 75 millones? No me lo podía creer, es absolutamente increíble”.
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