Aguascalientes. Una verdadera fiesta fue la que se vivió en el estadio Victoria para recibir la final de la Copa MX entre Necaxa y Toluca. En el papel, ninguno de los dos equipos llegaban como favorito, aunque los Rayos, por su condición de local, partían como tales.
El juego, sin embargo, no ofreció mucho, tuvo muy escasas oportunidades en ambos arcos y sobre el final cayó el gol de forma muy circunstancial y poco vistoso.
La anotación no se veía por dónde iba a caer, pero un mal pase, un balón perdido para que, con toda la tranquilidad el defensor de Toluca lo controlara o jugara con su portero, se convirtió en la diferencia del partido.
Santiago García midió mal el balón y en los linderos del área grande, rebanó el balón para que dramáticamente se elevara y terminara en el fondo de la portería de Alfredo Talavera, que nada pudo hacer. Ese gol cayó al minuto 87, suficiente para darle el tetracampeonato copero a los Rayos de Necaxa.