Su irrupción tan joven en el Real Madrid lo catapultó a rápidamente también consolidarse como el portero titular de la Selección Mayor de España. A sus 19 años debutó en un partido amistoso contra Suecia, un 3 de junio del 2000, lo que sería apenas el inicio de múltiples grandes apariciones.
Camino al Mundial de Corea-Japón 2002, el guardameta Santiago Cañizares apuntaba para ser el titular, sin embargo, un increíble accidente doméstico, le abrió la puerta a Casillas para disputar su primera Copa del Mundo.
Aquí, Iker, empezó a convertirse en héroe nacional, luego de parar tres penaltis ante Irlanda en octavos de Final. Y si bien, en la siguiente ronda quedarían eliminados ante Corea del Sur, era una de las primeras muestras por las que sería apodado como “El Santo”.
Y esto no hubiera sido posible sin Iker Casillas bajo los tres postes. Incluso es muy memorable la tanda de penaltis en cuartos de final ante Italia, en donde fue factor para obtener dicho campeonato.
La era de “San Iker” tuvo un final
Finalmente llegaría el ocaso de su carrera, con algunos momentos complicados como el Mundial de 2014 y su suplencia en la Euro de 2016. Sin embargo, sus récords y logros quedaron para la posteridad como uno de los mejores porteros de todos los tiempos.
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La exitosa etapa de España no se podría contar sin la presencia de Iker Casillas, quien se cansó de ganar títulos y reconocimientos tanto a nivel selección, como en clubes.