Este domingo en el Estadio Monumental de River Plate se jugará el duelo de la Final de la Copa Libertadores ante Boca Juniors, que se ha visto afectada por el clima y más recientemente por la violencia. Aunque parece que ninguno de estos problemas se podría volver a presentar, los dos equipos arriban con emociones contrastantes, especialmente los visitantes.
Boca fue la escuadra más afectada el sábado al ser apedreado por los aficionados y rociados por gas pimienta por accidente en el intento de disipar a los hinchas de River. Por este gran problema se decidió aplazar el encuentro al domingo para dar oportunidad a los jugadores a recuperarse.
Aunque los de River no fueron maltratados, el romper con su concentración y sus ideas de partido también les podría afectar.
Por los Xeneizes, se ha confirmado que a algunos elementos les costó dormir tras la impresión y la presión que tendrán de volver a meterse al hostil escenario, indicó el jefe de seguridad Juan Tagliaferro.
“A algunos jugadores les costó dormirse. No sé si hay tiempo para la recuperación después de lo que ocurrió ayer en el estadio. Fueron muchas horas en el vestuario y por eso los jugadores estaban shockeados”, afirmó el directivo de Boca.
El encuentro que llega con un 2-2 está pactado para disputarse a las 2 de la tarde, tiempo del centro de México; se espera que en esta ocasión se despliegue un operativo importante de seguridad.
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