Ciudad de México. Vincenzo Iaquinta, aquel futbolista que levantara el título de la Copa del Mundo de Alemania 2006, está metido en problemas con la justicia italiana.
El exjugador de la Juventus y Udinese, es acusado por una presunta relación con la mafia italiana con la que participó en la venta ilegal de armas.
Iaquinta habría sido el intermediario entre la organización criminal, La Ndrabgheta, para el tráfico del armamento. De ser encontrado culpable, el exfutbolista podría ser condenado a seis años de prisión.
Su padre, Giuseppe, un empresario italiano, ya fue sentenciado por la relación con La Ndrangheta.
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