Ciudad de México. Corría el minuto 90 de juego cuando el PAOK de Salónica marcó el gol que le daba prácticamente el triunfo en el duelo ante el AEK de Atenas, en el futbol griego.
Sin embargo fue anulado, situación que desató la furia del presidente del equipo, Ivan Savvidis, quien bajó hasta la cancha para tratar de cambiar la decisión, pero lo hizo de mala forma.
El mandamás portaba un arma de fuego y la dejó a la vista tras recogerse el abrigo. Acto seguido amenazó al silbante tras su decisión, pero fue detenido por sus propios guardaespaldas. Luego de hacerse público este episodio, la policía giró una orden de aprehensión contra Savvidis y sus escoltas.
El Gobierno no permitirá que el futbol griego se manche, dijo Yorgos Vassiliadis, viceministro de Cultura y Deportes: “Lo que vimos es un ataque al honor del futbol griego. Dañan al club y a los seguidores del equipo. Que alguien entre al campo de juego con un arma es una provocación inadmisible”.