Inglaterra.- El delantero del Bournemouth, Jermaine Defoe quien tuvo una estrecha relación con Bradley Lowery, un niño enfermo de cáncer, quien desafortunadamente perdió la batalla, “inmortalizó” la amistad realizándose un tatuaje en su brazo.
Defoe se convirtió en el mejor amigo de Bradley en sus últimos meses de vida; lo llevaba a los partidos, entrenamientos y en algunas ocasiones lo visitó al hospital en sus tratamientos.
El veterano delantero sufrió en demasía la perdida de su pequeño amigo, y ha decidido imprimirse el nombre de “Brads” para nunca olvidarse de la enseñanza que recibió a lo largo de su amistad.
AQUÍ el momento en el que Defoe se tatuó el nombre de su fallecido amigo.