Un rechazo enérgico es el que dio el presidente de la Federación Italiana de Futbol (FIGC), Gabriele Gavrina, ante la eventual cancelación de la temporada 2019-2020 de la Serie A, pues una decisión de este tipo podría generar una pérdida de “al menos 700 millones de euros”.
El dirigente explicó que de su parte esa determinación no llegará, a menos que se estipulen parámetros sólidos.
“Yo tutelo los intereses del mundo del futbol y me niego a firmar un bloqueo total de la temporada, excepto si se dan condiciones objetivas vinculadas con la salud de jugadores, cuerpo técnico y colaboradores, pero alguien tiene que decírmelo de forma clara y debe impedirme seguir adelante”, dijo durante un evento en línea con el club Ascoli Calcio.
De acuerdo con el dirigente, celebrar a puerta cerrada todos los encuentros de las 10 jornadas restantes en la Serie A reduciría las pérdidas a 300 millones de euros y a 150 millones si se permitiera el acceso al público, algo “imposible”, dadas las actuales condiciones sanitarias en territorio italiano.
“¿Se imaginan cuántas demandas deberíamos encarar con una cancelación definitiva? ¿Quiénes descienden? ¿Quiénes ascienden? ¿Cuántos derechos pisaríamos? Todos piden el bloqueo, quiero que lo imponga el gobierno, yo siempre respetaré las reglas”, añadió.
Mostró su molestia ante las restricciones de parte del gobierno
Gavrina no dudo en expresar su molestia por el reciente decreto gubernamental que permitió a los deportistas de disciplinas individuales entrenarse desde el 4 de mayo, mientras a los deportes de conjunto se les autorizó el permiso hasta el 18 de mayo.
En días recientes el ministro de Deporte italiano, Vincenzo Spadafora, pidió “ser realistas” y comenzar a aceptar que la Serie A puede no reanudarse esta campaña, una medida que ya han adoptado naciones como Bélgica, Argentina, Países Bajos y, recientemente, Francia, cuya competencia es considerada una de las cinco grandes en toda Europa.
