El América Femenil está viviendo una de sus mejores temporadas desde el campeonato del Clausura 2018. Con 11 jornadas disputadas, marchan en el cuarto lugar de la tabla con únicamente dos descalabros.
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Además del buen posicionamiento del equipo, para este Apertura 2022, aumentaron la competencia interna en distintas partes del campo con fichajes bomba, como la llegada de Andrea Pereira a la defensa, o la de Andrea Falcón al ataque.
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Pero ahora, también el arco de las Águilas tiene más de una guardiana que busca protegerlo: Itzel González, Renatta Cota y Renata Masciarelli son las encargadas de salvaguardar una de las porterías más importantes en el futbol mexicano.
Masciarelli está jugando su séptima temporada como azulcrema, y a la par de tomar su puesto con seriedad, se ha convertido en una de las máximas figuras del club de Coapa en redes sociales.
¿Quién es Renata Masciarelli?
La actual guardameta del América, forjó su camino en el deporte de forma tardía. Empezó a entrenar en su posición a los 11 años y poco a poco, escribió una historia que la llevaría al máximo nivel.
En su infancia, jugó múltiples deportes, desde basquetbol hasta patinaje de velocidad, pero ninguno fue suficiente para desenterrar la pasión deportiva que existía dentro de ella, así fue hasta que se reencontró con el balompié.
“Yo siempre he dicho que la sangre me llama, tengo una familia muy futbolera de ambos lados”, comentó ‘Mascia’. Siempre dispuesta a aceptar un nuevo reto, rompió las tradiciones familiares, que se inclinaban al Atlas y a Chivas, para convertirse en jugadora de las Águilas.
A falta de la existencia de una liga profesional en México, Masciarelli emigró a Estados Unidos para cursar a carrera en psicología. Estando allá, durante cuatro años entrenó y jugó, de primera instancia en Idaho State, para después transferirse a Duquesne, donde se graduó.
Esta educación universitaria, ayudó para que el acople a ser profesional se diera de forma más sencilla. Desde que estaba allá, recibió la oportunidad de jugar en Atlas, pero aconsejada por sus papás, prefirió acabar la carrera y al regresar, buscar una nueva oportunidad en la Liga BBVA MX Femenil.
Del futbol colegial al profesional
En entrevista, Renata comentó que algunas técnicas de preparación física de su educación universitaria le ayudaron a que la transición fuera sencilla, pero el deporte y lo que lo rodea es diferente.
“En Estados Unidos se vive diferente, si bien les gusta mucho el futbol, en México lo respiran, es más pasional”, comentó. Además, narró que la mayor diferencia entre militar en un club colegial a uno profesional, es la atención de los medios.
La llegada de Masciarelli al Club América
Con procedencia de una familia completamente tapatía, incluso para el deporte, para Masciarelli fue algo sorpresivo incorporarse a un club capitalino. Tuvo oportunidad de ser visoreada para jugar con Atlas, pero Leonardo Cuéllar la quería ya entrenando en Coapa. “Yo sabía que no le podía decir que no al América”, contó.
A cuatro años de su regreso a México, Renata ha logrado sobreponerse a las dificultades, “siento que era el camino que tenía que tomar para ser feliz, que hoy en día lo soy”, constató. En estos mismos años, ha vivido de cerca el crecimiento y desarrollo tanto de la liga, como del deporte y del equipo, especialmente para las porteras.
“Antes entrenabas una vez a la semana y ahora tienes un entrenador especializado que está todo el tiempo contigo. Las herramientas que se le han prestado al femenil, han hecho que el futbol siga creciendo”, comentó respecto al crecimiento del futbol.
Pero estar en un club como el América no es fácil: la exigencia es constante y es clara. Masciarelli la ha asumido con consciencia, “si bien queremos que la gente nos vea, más nos van a criticar. Ellos esperan un producto y nosotras esperamos mejorar ese producto para ellos”, comentó.
A pesar de estar en una constante pelea por la titularidad, la ambición de Renata se mantiene a tope: “cada vez va a ser más jodido jugar en el América, en el sentido de que va a ser más difícil. Se va a traer gente de más calidad, y tú tienes que seguir peleando y entrenando para poder seguir compitiendo y seguir creciendo” dijo, “siempre hay un escalón más que subir”, agregó.
La ambición y las ganas de crecer son una constante en su vida, pero su amor a los colores que representa, también ha crecido con los años. “No creo que haya otra palabra que describa más a este club que la grandeza, misma que te hace querer ser grande” aseguró, porque sabe las exigencias que representa jugar para las Águilas.
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Esta misma exigencia que ha hecho que se traigan nuevas jugadoras que mantengan al club en lo más alto, “lo importante es que el América siempre se está cerciorando de no sólo traer calidad en lo futbolístico, sino calidad humana”, dijo Renata.
