Ciudad de México.- ¡Nadie es indomable! En 2001, Boca Juniors jugaba por nota con jugadores de tremenda calidad que eran comandados por Juan Román Riquelme, uno de los más grandes talentos en la historia de Argentina, sin embargo, hubo un equipo que logró controlarlo en su totalidad: Cruz Azul en la Gran Final de la Copa Libertadores.
“Maniatamos a Riquelme en 180 minutos, al mejor Riquelme de todos los tiempos, era impresionante verlo jugar, pero no lo dejamos hacer nada y fue un trabajo de todas las líneas, hasta Palencia le metió una buena barrida”, relató Melvin Brown, exjugador de la Máquina Celeste en entrevista para Azteca Deportes.
El exdefensor aclaró que a pesar de la derrota, no derramó lágrimas debido al gran esfuerzo que hizo el equipo: “Yo no lloré, perdimos pero lo dimos todo, en la vida solo hay un ganador. No me fui contento pero sí tranquilo porque sé que dimos lo mejor de nosotros”.
“Sabíamos que la Bombonera no nos iba a impresionar, porque habíamos estado en escenarios hostiles e igual de impresionantes. A nosotros también nos aventaron bengalas y humo al campo porque estábamos sofocando al Boca, pero nosotros seguimos jugando”, señaló Brown respecto al ambiente que se vivió en Buenos Aires.
No cabe duda de que la casa de Boca impacta, pero para Brown, no resultó así: “Todos decían que La Bombonera temblaba, pero cuando les íbamos ganando, parecía un velorio, se callaron, yo no escuchaba a la porra, podía escuchar al ‘Conejo’ Pérez desde su portería, sus aficionados solo revivieron hasta la tanda de los penales”, reveló Brown.
“Al final, la Bombonera nos aplaudió, el mismo Diego Armando Maradona nos aplaudió, reconociendo el gran partido que hicimos en Buenos Aires”, concluyó en Naranjos Amatlán, Veracruz.
Aficionado y no aficionado de Cruz Azul revive aquí la gran final del Azul ante León donde se coronaron por última vez en la liga.
