Moscú, Rusia. A 40 días de que el balón ruede en el Estadio Olímpico Luzhnikí, para inaugurar la Copa Mundial Rusia 2018, en la fría ciudad de Moscú ya se empieza a sentir el ambiente festivo que genera esta justa deportiva.
En esta ciudad convergen la Rusia tradicional y la Rusia moderna, ansiosas de mostrarle al mundo todo el progreso social, cultural y tecnológico que ha generado desde la desaparición de la URSS, pero manteniéndose fiel a su espíritu militar y de lucha constante arraigado durante décadas entre sus habitantes.
La gélida urbe moscovita es la sede donde dará inicio la copa mundial de futbol, para lo cual está instalado un reloj en el corazón de la Plaza Roja, que lleva el conteo regresivo para el pitazo inicial y comience así la fiesta más grande del balompié.
Así, con un total de 12 partidos, incluidos la inauguración y la final, Moscú se convertirá en la capital del futbol durante poco más de un mes que durará la competencia.
Aunque por el momento se respira un ambiente conservador a poco más de un mes del inicio del Mundial, desde el Palacio del Kremlin, pasando por la Catedral de San Basilio, los monumentos a Lenin y los históricos museos de la capital rusa.
Por los alrededores de la ciudad aún no se respira el fervor mundialista del todo, pero basta con entrar a una tienda de suvenires para encontrar todo tipo de productos alusivos a la Copa del Mundo.
Desde las tradicionales muñecas matrioshkas decoradas con los colores de alguna de las 32 selecciones que estarán en Rusia 2018, hasta figuras de felpa de “Zabivaka”, la amigable mascota del Mundial que está inspirada en un lobo y que su nombre traducido al español significa “pequeño goleador”.
Si bien entre los ciudadanos moscovitas aún no se palpa el ambiente festivo que genera la disputa de la máxima presea futbolística, no les cabe duda que serán testigos de un gran ambiente festivo, cuando arranque el mundial.
Y es que, la llegada de turistas de decenas de diferentes países, contrastará con el carácter tradicional y nacionalista de Rusia, pero que fraternizará con todos sus visitantes en la máxima justa futbolística que dará inicio el próximo jueves 14 de junio con el cotejo entre los anfitriones y el representativo de Arabia Saudita.
El moderno Estadio de Luzhnikí, sede de este partido, también servirá como recinto para conocer a la selección campeona del mundo en la final del mundial que se celebrará el domingo 15 de julio para poner el broche de oro a esta edición de la Copa Mundial de la FIFA.
Y si bien en el aeropuerto y en las principales vías vehiculares de Moscú aún no se aprecian promocionales publicitarios del Mundial de Rusia 2018, el conclave de los diferentes aficionados de todo el mundo llenará de calor cada callejón y plaza de la ciudad de las Cúpulas Doradas.
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