Hernán “M” alias “El Comandante H”, quien fuera jefe de plaza del Cártel de Los Zetas en Veracruz, y tres integrantes más de esa organización criminal, fueron sentenciados a 60 años de cárcel por diversos delitos, informó la Fiscalía General de la República (FGR).
Hernán “M”, José “G”, Vidal “H” y Ángel “R”, fueron detenidos en septiembre del 2017 en la Ciudad de México, cuando se cumplimentó la orden de aprehensión que tenían en su contra.
A esto Zetas se les vincula con secuestro y narcotráfico
Al realizar la diligencia de detención, encontraron a los integrantes de Los Zetas con diversa documentación como recibos, un cuaderno con anotaciones, nueve teléfonos, una báscula, una contadora de billetes, una laptop, bolsas de plástico de las que son utilizadas para embalar droga; además, un paquete con más de un kilo de clorhidrato de cocaína y tres vehículos.
Además, a los ahora sentenciados, se les relaciona con el secuestro de una persona en Xalapa, Veracruz en el 2017, detalló la FGR.
Juez emite sentencias de hasta 60 años de cárcel
A lo largo del proceso penal en contra de los integrantes del Cártel de Los Zetas, el agente del Ministerio Público de la Federación (MPF), expuso los argumentos suficientes para que el Juez dictara sentencia condenatoria de 60 años de cárcel en contra de José “G”, Vidal “H” y Ángel “R”, por ser responsables de los delitos de delincuencia organizada y secuestro.
Mientras que para “El Comandante H”, el juzgador emitió una condena de 20 años de cárcel, por delincuencia organizada con fines de cometer delitos contra la salud.
SENTENCIAS CONTRA ZETAS
En mayo pasado la FGR dio a conocer un golpe jurídico contra integrantes del cártel de Los Zetas. En esa ocasión un grupo de 18 personas relacionadas con el secuestro de migrantes en el municipio de San Fernando, Tamaulipas, recibieron sentencia de hasta 58 años de cárcel.
De acuerdo a la averiguación previa de la entonces Procuraduría General de la República (PGR), los 18 Zetas sentenciados están relacionadas con el secuestro de extranjeros a bordo de camiones de pasajeros, a quienes la organización criminal conocida como “Los Zetas” privaba de su libertad y obligaba a trabajar para ellos; en los casos en los que encontraba negativa por parte de los migrantes, los ejecutaban para posteriormente enterrarlos en múltiples fosas clandestinas en San Fernando, Tamaulipas.
