“Los niños y jóvenes son usados como carne de cañón por el crimen organizado; a mí ya me amenazaron y aun así no me da miedo seguir buscando a mi hijo”. Con estas palabras, Beatriz Uscanga define la pesadilla que vive desde el 4 de septiembre, cuando su hijo Sebastián Menéndez Hernández, un exfutbolista de 18 años, desapareció tras aceptar una oferta de trabajo en Guadalajara.
En entrevista exclusiva para Hechos AM , Beatriz reveló que su búsqueda la ha convertido en blanco del crimen: fue golpeada, amenazada y obligada a huir de Jalisco, solo para toparse con la indiferencia de las autoridades en su natal Veracruz.
“La cara no, denle en el cuerpo": La brutal agresión en Jalisco
El pasado 16 de noviembre, un día después de participar en una marcha pacífica, Beatriz fue interceptada al salir de misa en la Catedral de Guadalajara. Dos camionetas se detuvieron y varios sujetos la atacaron por la espalda.
“Siento la patada atrás en la espalda... Me golpean, dicen: ‘La cara no, denle en el cuerpo’. Con palabras muy grotescas me dijeron que tenía horas para largarme de su territorio”, relató la madre.
La advertencia del crimen fue clara: estaba “haciendo mucho revuelo” con su búsqueda; sin embargo, la respuesta de las autoridades de Jalisco fue aún más desalentadora: “Si usted no se va, vamos a tener que buscar no solamente a uno, sino a dos personas”.
Madre buscadora es abandonada por la Fiscalía de Veracruz:
Siguiendo la recomendación de huir por su seguridad, Beatriz regresó a Veracruz con medidas de protección solicitadas desde Jalisco. Al acudir a la Fiscalía de Cosamaloapan, se encontró con un muro de burocracia y falta de empatía.
“La fiscal de Cosamaloapan es una persona déspota, prepotente... me dice prácticamente que ella estaba ocupada. Le digo: ‘Oye, si no me ayudas me van a desvivir’. Y me responde: ‘Estoy muy ocupada’”, denunció Beatriz, quien asegura tener grabada esa conversación.

¿Y Sebastián? El joven desaparecido y con sueños truncados
Sebastián Menéndez Hernández, quien cumpliría 19 años el próximo lunes, era una joven promesa del deporte. Exfutbolista de segunda división (jugó con Tehuacán de la Franja en Puebla), viajó a Jalisco con la ilusión de un trabajo. Hoy es uno más de los miles de jóvenes que, según su madre, son vistos como “carne de cañón” en una guerra que azota a estados como Jalisco, Sinaloa, Guanajuato y Zacatecas.
“Uno tiene que salir a buscar a sus hijos porque la justicia no hace nada. La justicia nunca va a salir por tus hijos”, sentenció Beatriz.
A pesar de los golpes y el miedo generalizado que silencia a muchas familias, Beatriz Uscanga asegura que no parará: “No tengo garantía de encontrar a mi hijo si la situación sigue así, pero no me da miedo decirlo porque de por sí ya estoy amenazada. ¿Qué más me puede pasar?”.