Una plaga llamada falsa chicharra y el fitoplasma que transmite, acabaron ya con 107 palmeras en la Ciudad de México, en su mayoría ubicadas en Lomas de Chapultepec. Tres mil ejemplares están amenazados por esta plaga, por lo que la única solución para la alcaldía Miguel Hidalgo es derribarlas, antes de que infecten a otros arboles de la zona y el daño sea mayor e irreparable. Después, se debe emprender una gran campaña de reforestación en la zona.
Y es que, según especialistas, no hay forma de salvarlas.
PARTE DOS DE ESTE ESPECIAL: Muertas por la plaga, más de cien palmeras en Miguel Hidalgo
Esta reforestación debe realizarse por etapas, que incluya un programa en el que se realicen diversos estudios, e incluso valorar la siembra de árboles nativos.
Según Aníbal Ramírez Soto, presidente de la Red de Viveros de Biodiversidad A.C., México cuenta con alrededor de ocho mil especies de árboles y arbustos, pero muy pocas de estas especies se utilizan para reforestar: “en los programas de reforestación en los últimos 15 años, si hemos usado 100 o 120, son muchos; de esos 120, 40 son nativas y 80 especies son exóticas”.
Al respecto, el biólogo Jerónimo Reyes Santiago, especialista del Jardín Botánico de la UNAM, advierte que el reemplazo debe ser gradual: “no podemos hace talar todas las especies exóticas, pero sí se pueden cambian las que se están muriendo... pues un 15 por ciento ya llegó a su máxima edad.
Agrega que se pueden sembrar especies como tejocotes, capulines, encinos, pinos o enebros “sobre todo los que crecen aquí alrededor de la ciudad”.
Mientras que su colega del Jardín Botánico, la bióloga Ivonne Olalde Omaña, resaltó la importancia de las especies nativas en el ecosistema:
“Al no tener esas especies nativas, lo que se hace es que rompemos una relación de millones de años con todo lo que hay bajo el suelo: tenemos bacterias, hongos, protozoarios, insectos; hay un mundo de organismos que tienen una relación”.
Satanizar a especies exóticas, no
Sin embargo, los especialistas coinciden en que durante los estudios no se debe satanizar a los arboles introducidos, ya que en la mayoría de los casos se ha logrado una combinación “casi perfecta” porque no compiten, y logran un embellecimiento de las calles, camellones, alcaldías y ciudades del país.
“Pueden convivir, deben convivir; porque además, la ciudad tiene impresa una huella histórica: las jacarandas tienen una historia, los ficus, los eucaliptos tienen una historia. Estuvieron aquí por alguna razón, y ahora se pueden hacer las cosas distintas, pero es importante reconocer la historia, porque es un sistema arificial, no es un bosque”, afirma Ramírez Soto.
Aunque existen algunas especies exóticas que sí pueden generar sustacias alelópáticas; se trata de bioquímicos que influyen en el crecimiento, supervivencia o reproducción de otros organismos.
“Dichas sustancias desplazan a las especies nativas, un ejemplo de ellos es el eucalipo. Pero no todas estas especies que son exóticas generan esta reacción, señala el doctor Heliot Zarza Villanueva, investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Unidad Lerma.
Sin embargo, las palmeras de Lomas de Chapultepec no son las únicas afectadas. Diversas especies de la Ciudad de México están amenazadas por una serie de plagas. (Fin de la tercera parte)