19 de abril.- Organizaciones de ayuda humanitaria alertaron hoy que el número de estadounidenses que recurren a los bancos de alimentos está creciendo y podría llegar a 54 millones de solicitantes.
Antes de la actual pandemia de COVID-19 el número de personas que acudían a este tipo de centro sumaba 37 millones en todo el país y se espera que crezca 17 millones más, 46 por ciento adicional, señaló Feeding America.
La organización estadounidense más grande en este rubro señaló que a los bancos de alimentos llegan personas que nunca antes habían acudido, quienes se suman a los usuarios habituales, dijo Erin Reed, directora ejecutiva de Feeding America.
Padres y madres solteras, empleados con bajos salarios, gente de la tercera edad y discapacitados se cuentan entre los usuarios de estos bancos, precisó en declaraciones a CBS news.
Además, indicó que las donaciones están a la baja, pues los colegios donde se recolectan están cerrados, mientras los supermercados tienen menos sobrantes.
En solo un mes hemos gastado más en la compra de alimentos que en los seis meses anteriores, afirmó.
Por su parte Paul Drowns, quien orienta en materia alimentaria a las comunidades, afirmó que en esta situación la gente está haciendo mucho, pero no parece suficiente.
Fiston Moblama, uno de los auxiliares voluntarios en el St. Mary’s Nutrition Center en Lewiston, al norte de la ciudad de Nueva York, señaló que su madre y muchos de sus amigos se han quedado sin empleo. “Es una época difícil”, acotó.
Por su parte Harald Herrann, director de Second Harvest, dijo que los primeros días de esta situación fueron de no creerse, pues la llegada de demandantes de alimentos nunca se había visto con anterioridad.
Al igual que Reed, señaló que sus ingresos han caído y se colocan por debajo de sus necesidades, mientras Feeding America aseveró que 95 por ciento de los bancos estadounidenses de alimentos han visto crecer la demanda que enfrentan.
Se estima que en los próximos seis meses el gasto de estas instituciones sumará mil 500 millones de dólares, 30 por ciento más que el promedio de su gasto previo.
